mercredi 25 novembre 2009

El valor de las cosas... Utopías de una mañana sin desayuno

La clasificación actual del valor de las cosas me parece un poco extraña...

La raza humana le ha acordado un valor muy alto a los metales y piedras 'preciosas', pero ¿por qué?

Fuera de la apariencia de esos metales y piedras, ¿qué otro beneficio aportan? ¿por qué los ambicionamos tanto?

Por poner algún ejemplo... El valor actual de el oro está bastante elevado, aunque al parecer por las descripciones de libros de historia, el oro ha sido codiciado desde hace ya muuuucho tiempo.

¿Por qué se valora tanto el oro? No sirve para alimentarse, no se le conocen grandes propiedades curativas...

El oro vale porque la gente le hemos querido dar valor. Muy probablemente cuando se comenzó a valorar el oro, se le dio importancia por su apariencia y porque no era muy común.

Para mi el oro tiene poco valor, el valor que podría tener un buen metal conductor de electricidad.

En sociedad el oro es muy valorado, tanto así que se han creado muchas frases destacando su valor y la riqueza de un país es considerada en la medida de sus reservas de oro (o al menos así funcionaba inicialmente).

No quiero creerme ese cuento, porque el brillo del oro no es muy atractivo para mi. Si lo fuera, quizá lo valoraría.

Y basándose en la idea que lo que el humano necesita para sobrevivir es:

  1. La compañía de sus semejantes, pues no es ni ha sido nunca autosuficiente (ni lo será nunca seguramente).
  2. La existencia de otros organismos vivos (aunque algunos inanimados), como animales, árboles, vegetales.
Con estas ideas, me atrevo a decir, que las cosas de más valor que tenemos en este mundo son:

  1. Las personas (nuestros semejantes). Y como nadie tenemos un valor que sea mensurable, tampoco podríamos pertenecer a nadie, ni nadie podría poseer a ningún otro semejante, pues nadie tendría suficientes recursos para adquirir a nadie más, a no ser que esa misma persona se entregará a la otra por voluntad, siendo los dos del mismo valor, podrían pertenecerse mutuamente. Pero con ningún bien podríamos compensar los daños infringidos al prójimo, mucho menos en el caso de un asesinato. En conclusión las personas deberíamos tener el valor más alto, tan alto que deberíamos considerarnos siempre insolubles para atrevernos a decir que poseemos a alguien o a sentirnos con derecho de hacer daño a un semejante.
  2. Lo que debería tener más valor para el ser humano en segundo lugar, son las cosas y los animales que le sirven de sustento a su frágil y etéreo cuerpo. Si de los animales y vegetales que consumimos depende nuestra supervivencia diaria, ¿no es sensato cuidarlos y cuidar las cosas que permiten que estos animales y vegetales existan?
Dadas estas ideas, aquellos que el día de hoy tenemos algo que comer, un lugar donde dormir y prójimos con los cuales compartir... Debemos considerarnos seres poseedores de una riqueza inmensa.

Las otras comodidades como ciertos bienes materiales no indispensables para nuestra supervivencia, deberían ser considerados de un valor inferior y ser utilizados con medida, en lugar de que ellos nos utilicen a nosotros.

Sólo queda una pregunta:

¿Valoras actualmente toda la riqueza que posees?

jeudi 12 novembre 2009

La Analogía del Automóvil

The Car Analogy The Car Analogy

Submitted by root. on 2009-11-10 02:05 PM.
What if buying a new car were like using nonfree software?
(We're happy to welcome Tal, joining our campaigns team as part of our internship program.)
by Tal Schechter
Campaigns Intern

What if buying a car were like buying a computer running Windows or Mac OS X? The following example may seem strange at first, but is an interesting analogy to understand the important difference between proprietary software that is designed to take away your freedom, and free software. So, you go to the car dealership and purchase a brand new car:
  • Your new car has a trunk, CD player and digital radio -- but these don't work because you didn't pay enough money. You can always call the car company with your credit card details and unlock these items later.
  • The keys to your new car inform you that you've implicitly agreed to a contract that says you don't own your car, but the car company is granting you permission to drive only on roads they've approved.
  • There would be an automatic "safety-upgrade" to the car after a while that would not allow you to go over 55 miles per hour.
  • If you wanted to have your car fixed, you would have to go to an accredited, licensed repair shop. It would be illegal for anyone else to open the hood. When you get to your licensed repair shop, they would charge you an "accredited repair license surcharge."
While these ideas may seem ridiculous, it is exactly what happens when a person chooses to use non-free software. You choose the software that best fits your needs, and sometimes a salesperson will help you out. You agree to a contract that you probably did not read, or sometimes you even implicitly agree to the terms by using the software. You use the softare. However, you can only use the software in ways that the publisher agrees with (driving, in our analogy). When the software malfunctions, or even when you want to make something better, there is nowhere to go except to the publisher of the software. You can not go to a friend who is good with computers. You can not go to a company to have them fix it for you. You must go to the developer. When you bring your problem to their attention, they may say, "We can fix that for you." They may say, "We will think about adding that in our next release." Or they may (probably) say, "That's a feature of the program, there is nothing to fix."
Free software, on the other hand, promotes user freedoms. Free software is defined as:
  • Software that you can use for any purpose -- driving, paper weight, art, etc.
  • Software you can study and change if you wish -- pop the hood and look at what's inside, repair or modify in any way you see fit
  • Software that can be redistributed -- sell your car?
  • Software where you can improve the program and release your improvements -- add an active hood scoop and turbo-charger, and put the plans for doing so on your favorite modding site.
We don't accept infringement on our freedoms when buying a car, so why should we with software?

Extraído de: http://www.fsf.org/blogs/community/the-car-analogy

Espero tener tiempo para traducirlo pronto...

A+

samedi 7 novembre 2009

Aburrición

Es extraño, ya tiene mucho que no tenía esa sensación de estar aburrido...


Sin muchas noticias de lo que más me interesa ahora (ni de quién más me interesa), todo transcurre en una calma que a veces hasta se siente un poco desesperante... ¿Será esto lo que se llama descansar? :D

mercredi 28 octobre 2009

Revolución...

¿De verdad habemos personas buenas o personas malas? ¿Cómo determinamos eso? ¿Una persona catalogada como mala siempre actúa negativamente? ¿Una persona catalogada como buena siempre actúa positivamente?

Cuando una persona se equivoca y provoca algún daño a si mismo y a los demás ¿Es la persona la que debe ser eliminada? ¿O es su ignorancia y sentimientos negativos que hacen que actúe de manera negativa los que deben ser eliminados?

Apoyo la idea de una revolución, en cambio discuto si las armas en realidad son útiles.

No es contra los humanos contra los que tenemos que luchar, es contra nuestros miedos, contra nuestra ignorancia, contra nuestras malas actitudes. Si luchamos contra los humanos estaríamos luchando contra nosotros mismos. Odio y destrucción normalmente tienen el mismo efecto (crean más odio y destrucción...).

¿Cómo quejarse de que alguien es corrupto, cuando todos al menos una vez hemos sido participes de algún acto de corrupción? Y como se dice en estos casos... El que esté libre de pecado que arroje la primer piedra...

La revolución ya empezó, y empezó tratando de que cada quién minimicemos las actitudes negativas que nos dañan y que dañan a los demás. Así de fácil y de difícil es iniciar una revolución (Sin necesidad de armas ni de matar).

Attention!

lundi 19 octobre 2009

Una carta que recordar....

Una carta que recordar


¿Cómo se puede comprar el cielo o el calor de la tierra?

Esa es para nosotros una idea extravagante. Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que ustedes propongan comprarlos?

Mi pueblo considera cada elemento de este territorio es sagrado. Cada pino brillante que nace, cada grano de arena en las playas de los ríos, los arroyos, cada gota de rocío entre las sombras de los bosques, cada colina y hasta el sonido de los insectos son cosas sagradas para la mentalidad y las tradiciones de mi pueblo.

La savia circula por dentro de los arboles llevando consigo la memoria de los pieles rojas. Los cara pálidas olvidan su nación cuando mueren y emprenden el viaje a las estrellas. No sucede igual con nuestros muertos; nunca olvidan a nuestra tierra madre. Nosotros somos parte de la tierra, y la tierra es parte de nosotros.

Las flores que perfuman el aire son nuestras hermanas. El venado, el caballo y el águila también son nuestros hermanos, los desfiladeros, los pastizales húmedos, el calor del cuerpo del caballo o del nuestro, forman un todo único Por antes dicho, creo que el jefe de los cara pálida pide demasiado al querer comprarnos nuestras tierras.

No podemos aceptar su oferta porque para nosotros esta tierra es sagrada. El agua que circula por los ríos y los arroyos de nuestro territorio no es solo agua, es también la sangre de nuestros ancestros. Si les vendiéramos nuestra tierra tendrían que tratarla como sagrada, y esto mismo tendrían que enseñar a sus hijos.

Cada cosa que se refleja en las aguas cristalinas de los lagos habla de los sucesos pasados de nuestro pueblo. La voz del padre de mi padre esta en el murmullo de las aguas que corren. Estamos hermanados con los ríos que sacian nuestra sed.

Los ríos conducen nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendiéramos nuestras tierras tendrían que tratar a los ríos con dulzura de hermanos, y enseñar esto a sus hijos.

Ustedes son extranjeros que llegan por la noche a usurpar de la tierra lo que necesitan. No tratan a la tierra como hermana sino como enemiga. Ustedes conquistan territorios y luego los abandonan, dejando ahí a sus muertos sin que les importe.

Ustedes tratan a la tierra madre y al cielo padre como si fueran simples cosas que se compran, como si fueran cuentas de collares que se intercambian por objetos. Su apetito terminara devorando todo lo que hay en las tierras hasta convertirlas en desiertos.

Nuestro modo de vida es muy diferente del de ustedes, nuestros ojos se llenan de vergüenza cuando visitan sus poblaciones. Tal vez esto se deba a que nosotros somos silvestres y no les entendemos.

En sus poblaciones no hay tranquilidad, ahí no puede oírse el abrir de las hojas en primavera ni el aleteo de los insectos. Eso lo descubrimos porque somos silvestres. El ruido de sus poblaciones insulta nuestros oídos Para que les sirve la vida al ser humano si no puede escuchar el canto solitario del pájaro, si no puede oír la algarabía de las ranas al borde de los estanques?

Nosotros tenemos preferencia por los vientos suaves que susurran sobre los estanques, por los aromas de este límpido viento, por la llovizna del medio día o por el ambiente que los pinos aromatizan. El aire es de un valor incalculable, ya que todos los seres compartimos el mismo alimento, todos: los arboles, los animales, los hombres. Ustedes no tienen conciencia del aire que respiran, son moribundos insensibles a lo pestilente.

Si les vendiéramos nuestras tierras deberían saber que el aire tiene un inmenso valor, deben entender que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El primer soplo de vida que recibieron nuestros abuelos vino de ese aliento. Si les vendiéramos nuestras tierras tendrían que tratarlas como sagradas, porque hasta ustedes pueden disfrutar el viento que aroma las flores de las praderas.

Si todos los animales fueran exterminados, el hombre también perecería entre una enorme soledad espiritual. El destino de los animales es el mismo que el de los hombres. Todo se armoniza.

Ustedes deben enseñar a sus hijos que el suelo que pisan contiene las cenizas de nuestros ancestros; que la tierra se enriquece con la vida de nuestros semejantes. La tierra debe ser respetada. Ensenen a sus hijos lo que los nuestros ya saben: lo que la tierra padezca sera padecido por sus hijos. Cuando los hombres escupen al suelo se escupen a ellos mismos.

Nosotros estamos seguros de esto: La tierra no es del hombre, sino que el hombre es de la tierra. Nosotros lo sabemos. Todo se armoniza, como la sangre que emparenta a los hombres.

El hombre no teje el destino de la vida. El hombre es solo una hebra en ese tejido. Lo que haga en el tejido se lo hace a si mismo. Ustedes no escapan a ese destino, aunque hablen con su Dios como si fuera su amigo.

A pesar de todo, tal vez los pieles rojas y los cara pálidas seamos hermanos.

Nosotros sabemos algo que ustedes tal vez algún día descubran:

¡Ustedes y nosotros veneramos al mismo Dios!

¡Dios es de todos los hombres y su compasión se extiende por igual.


Dios estima mucho esta tierra y, quien la dañe, provocara la furia del Creador.


Jefe See-yat al

Esta carta es la respuesta que el jefe piel roja See-yat al dio al presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Pierce, en 1854, ante la petición de la compra de sus tierras.



Extraído del libro: Regalo Excepcional III de Roger Patrón Lujan, un libro muy recomendable también :D

Aunque esta carta tiene un sentido mucho más profundo, va muy a propósito con esta noticia:

Indignante, la aprobación de siembras de maíz transgénico: Greenpeace

jeudi 15 octobre 2009

Merci musique! merci Manu Chao

Et oui! encore un autre téléchargement gratuit!

Une édition de l'album de Manu Chao "Sibérie m'était contée" offert en libre téléchargement pour le plaisir de ceux entre nous qui aimons bien la 'sique de Manu Chao.

N'hésitez pas, allez-y téléchargez l'album tout de suite!

L'album ici...

lundi 12 octobre 2009

Just like... Starting over

Cada vez que nos volvemos a ver es como volver a empezar... Sentir como si apenas comenzáramos a conocernos.

Al inicio tengo la sensación de que fuéramos amigos que comenzamos a tomarnos confianza el uno al otro. Pero una vez rota esa barrera, volvemos a ser los de siempre.

Más pronto de lo deseable llega la despedida...



Mucho tiempo pasó para volver a sentir el pasajero pero intenso vacío que deja una despedida. Si bien ninguna es igual a la anterior, todas dejan siempre un sabor amargo y dulce a la vez... Amargo por la sensación de perdida que dejan y dulce por los buenos recuerdos y buenos ratos que la compañía de ese ser tan estimado que se hace participe de nuestra felicidad.

Que sensación incomparable sentir su presencia, estar a su lado, tocar sus manos suaves, poder contemplar la belleza de su rostro y recibir con la complicidad y ayuda del viento que todos compartimos, el aroma de su ser.

Sí, es verdad, tal vez despedirse es duro... Pero el volver a vernos una vez más, bien lo vale a pesar del dolor, pasajero... pero intenso de una despedida.