mercredi 28 octobre 2009
Revolución...
lundi 19 octobre 2009
Una carta que recordar....
Una carta que recordar
¿Cómo se puede comprar el cielo o el calor de la tierra?
Esa es para nosotros una idea extravagante. Si nadie puede poseer la frescura del viento ni el fulgor del agua, ¿cómo es posible que ustedes propongan comprarlos?
Mi pueblo considera cada elemento de este territorio es sagrado. Cada pino brillante que nace, cada grano de arena en las playas de los ríos, los arroyos, cada gota de rocío entre las sombras de los bosques, cada colina y hasta el sonido de los insectos son cosas sagradas para la mentalidad y las tradiciones de mi pueblo.
La savia circula por dentro de los arboles llevando consigo la memoria de los pieles rojas. Los cara pálidas olvidan su nación cuando mueren y emprenden el viaje a las estrellas. No sucede igual con nuestros muertos; nunca olvidan a nuestra tierra madre. Nosotros somos parte de la tierra, y la tierra es parte de nosotros.
Las flores que perfuman el aire son nuestras hermanas. El venado, el caballo y el águila también son nuestros hermanos, los desfiladeros, los pastizales húmedos, el calor del cuerpo del caballo o del nuestro, forman un todo único Por antes dicho, creo que el jefe de los cara pálida pide demasiado al querer comprarnos nuestras tierras.
No podemos aceptar su oferta porque para nosotros esta tierra es sagrada. El agua que circula por los ríos y los arroyos de nuestro territorio no es solo agua, es también la sangre de nuestros ancestros. Si les vendiéramos nuestra tierra tendrían que tratarla como sagrada, y esto mismo tendrían que enseñar a sus hijos.
Cada cosa que se refleja en las aguas cristalinas de los lagos habla de los sucesos pasados de nuestro pueblo. La voz del padre de mi padre esta en el murmullo de las aguas que corren. Estamos hermanados con los ríos que sacian nuestra sed.
Los ríos conducen nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendiéramos nuestras tierras tendrían que tratar a los ríos con dulzura de hermanos, y enseñar esto a sus hijos.
Ustedes son extranjeros que llegan por la noche a usurpar de la tierra lo que necesitan. No tratan a la tierra como hermana sino como enemiga. Ustedes conquistan territorios y luego los abandonan, dejando ahí a sus muertos sin que les importe.
Ustedes tratan a la tierra madre y al cielo padre como si fueran simples cosas que se compran, como si fueran cuentas de collares que se intercambian por objetos. Su apetito terminara devorando todo lo que hay en las tierras hasta convertirlas en desiertos.
Nuestro modo de vida es muy diferente del de ustedes, nuestros ojos se llenan de vergüenza cuando visitan sus poblaciones. Tal vez esto se deba a que nosotros somos silvestres y no les entendemos.
En sus poblaciones no hay tranquilidad, ahí no puede oírse el abrir de las hojas en primavera ni el aleteo de los insectos. Eso lo descubrimos porque somos silvestres. El ruido de sus poblaciones insulta nuestros oídos Para que les sirve la vida al ser humano si no puede escuchar el canto solitario del pájaro, si no puede oír la algarabía de las ranas al borde de los estanques?
Nosotros tenemos preferencia por los vientos suaves que susurran sobre los estanques, por los aromas de este límpido viento, por la llovizna del medio día o por el ambiente que los pinos aromatizan. El aire es de un valor incalculable, ya que todos los seres compartimos el mismo alimento, todos: los arboles, los animales, los hombres. Ustedes no tienen conciencia del aire que respiran, son moribundos insensibles a lo pestilente.
Si les vendiéramos nuestras tierras deberían saber que el aire tiene un inmenso valor, deben entender que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El primer soplo de vida que recibieron nuestros abuelos vino de ese aliento. Si les vendiéramos nuestras tierras tendrían que tratarlas como sagradas, porque hasta ustedes pueden disfrutar el viento que aroma las flores de las praderas.
Si todos los animales fueran exterminados, el hombre también perecería entre una enorme soledad espiritual. El destino de los animales es el mismo que el de los hombres. Todo se armoniza.
Ustedes deben enseñar a sus hijos que el suelo que pisan contiene las cenizas de nuestros ancestros; que la tierra se enriquece con la vida de nuestros semejantes. La tierra debe ser respetada. Ensenen a sus hijos lo que los nuestros ya saben: lo que la tierra padezca sera padecido por sus hijos. Cuando los hombres escupen al suelo se escupen a ellos mismos.
Nosotros estamos seguros de esto: La tierra no es del hombre, sino que el hombre es de la tierra. Nosotros lo sabemos. Todo se armoniza, como la sangre que emparenta a los hombres.
El hombre no teje el destino de la vida. El hombre es solo una hebra en ese tejido. Lo que haga en el tejido se lo hace a si mismo. Ustedes no escapan a ese destino, aunque hablen con su Dios como si fuera su amigo.
A pesar de todo, tal vez los pieles rojas y los cara pálidas seamos hermanos.
Nosotros sabemos algo que ustedes tal vez algún día descubran:
¡Ustedes y nosotros veneramos al mismo Dios!
¡Dios es de todos los hombres y su compasión se extiende por igual.
Dios estima mucho esta tierra y, quien la dañe, provocara la furia del Creador.
Jefe See-yat al
Esta carta es la respuesta que el jefe piel roja See-yat al dio al presidente de los Estados Unidos de América, Franklin Pierce, en 1854, ante la petición de la compra de sus tierras.
Extraído del libro: Regalo Excepcional III de Roger Patrón Lujan, un libro muy recomendable también :D
Aunque esta carta tiene un sentido mucho más profundo, va muy a propósito con esta noticia:
Indignante, la aprobación de siembras de maíz transgénico: Greenpeace
jeudi 15 octobre 2009
Merci musique! merci Manu Chao
Une édition de l'album de Manu Chao "Sibérie m'était contée" offert en libre téléchargement pour le plaisir de ceux entre nous qui aimons bien la 'sique de Manu Chao.
N'hésitez pas, allez-y téléchargez l'album tout de suite!
L'album ici...
lundi 12 octobre 2009
Just like... Starting over
Al inicio tengo la sensación de que fuéramos amigos que comenzamos a tomarnos confianza el uno al otro. Pero una vez rota esa barrera, volvemos a ser los de siempre.
Más pronto de lo deseable llega la despedida...
Mucho tiempo pasó para volver a sentir el pasajero pero intenso vacío que deja una despedida. Si bien ninguna es igual a la anterior, todas dejan siempre un sabor amargo y dulce a la vez... Amargo por la sensación de perdida que dejan y dulce por los buenos recuerdos y buenos ratos que la compañía de ese ser tan estimado que se hace participe de nuestra felicidad.
Que sensación incomparable sentir su presencia, estar a su lado, tocar sus manos suaves, poder contemplar la belleza de su rostro y recibir con la complicidad y ayuda del viento que todos compartimos, el aroma de su ser.
Sí, es verdad, tal vez despedirse es duro... Pero el volver a vernos una vez más, bien lo vale a pesar del dolor, pasajero... pero intenso de una despedida.
mardi 6 octobre 2009
Sin mucho que decir...
Pero en fin... Espero mañana tener un texto aquí mismo publicado, una carta bien interesante.
En espera... Solo me queda decir... À bientôt!
mercredi 30 septembre 2009
Tute - Humor desde Argentina


Más información y más de su trabajo acá Tuteblog y Tutelandia
Y como extra... una canción del recuerdo...
lundi 28 septembre 2009
Germán Dehesa
18 Ago. 09
Lo acabo de ver en la TV y quedé francamente sorprendido. Por boca de usted vine a saber que la Secretaría a su digno cargo planea para septiembre un aumento en los impuestos. Dijo usted esto y se quedó con rostro muy satisfecho y bonachón, haga de cuenta Oliver Hardy cuando lograba pedir su refresco de sasafrás. No es por molestarlo, Don Carstens, pero de una vez le voy diciendo que me niego y me negaré rotundamente a aceptar esa alza que, tal como fue presentada, más parecía una "puntada", que algo bien razonado y de cara a la ciudadanía. Ustedes hacen sus reunioncitas para tomar decisiones que afectarán a todos y así, sin la menor explicación, nos anuncian esos cambios que siempre son, según ustedes, "para bien de la patria". Cada vez que nos hacen su perrería pretenden aplacarnos diciendo que todo es para servirnos mejor. A mis 65 años de edad, he tenido ya tiempo suficiente para comprobar que no hay cambios sustanciales que avalen lo dicho por la alta burocracia. Es decir, nuestros servicios siguen siendo de chisguete y para comprobarlo basta observar el ominoso y tornadizo comportamiento de la energía eléctrica en nuestros hogares cualquier tarde lluviosa. Es un desastre, como lo es el campo, como lo son esos hospitales rurales que, al poco tiempo de su inauguración, ya han sido saqueados y desabastecidos. Miremos hacia la educación y de ninguna manera miramos el afable e inteligente rostro de Don Pablo Latapí, sino el de la Gordillo, esa mancha escurridiza, deforme y acuosa, o asomémonos a nuestros corruptísimos cuerpos policíacos que ya no pueden ser más ignorantes, más miedosos, más impreparados y más dispuestos a transar con la delincuencia. Junto a esto, veamos los crecientes salarios y prebendas de los diputados, senadores y toda la caterva de "los que ya llegaron". Ellos, no nosotros, son los únicos beneficiarios de estos aumentos que, de tiempo en tiempo, se les ocurren a los de nuestra casta dominante.
Mi estimado Don Carstens: ¿quiere usted subir los impuestos?, bueno, pero primero díganos por qué, explíquenos de modo sencillo cómo es que no le están saliendo las cuentas y necesita más dinero; dinero que, no lo olvide, sigue siendo nuestro y nunca de usted. Los países que llamamos "democráticos" están obligados a tener un gobierno al que tienen que mantener para que éste, entre otras cosas, administre bien el dinero que ponemos en sus manos y lo aplique con tino y rectitud. Resulta, Don Carstens, que ahora va a necesitar más y yo ciudadano y causante tengo todo el derecho a preguntar: ¿para qué lo quiere?, necesito que nos muestre una lista puntual y desglosada de a qué se van a aplicar esos nuevos dineros; de otra manera, esto sería pachanga y un flagrante abuso de autoridad de su parte. Quedamos claros: si no me explica para qué lo quiere, no le voy a dar ni un centavo de mi dinero que en este año horrendo he podido reunir con trabajos y chambas que ni usted, ni sus diputados pueden imaginar. Hacer el anuncio del aumento al tiempo que los periódicos denuncian los gastos imbéciles de la Presidencia y de su administración, es un insulto intolerable. No pago porque no es ético y háganle como quieran.
YO TAMBIÉN ME UNO Y APOYO, NO PAGO Y NO PAGO!!!!
¿ Y TU ?
Yo también 14817906 si estás de acuerdo súmate a ésta cantidad y pásalo.
No paguemos algo que no sabemos para que se va utilizar y cuando sabemos de sus despilfarros inutiles y vidas comodas con nuestro dinero menos.